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Centro C ultural "ReZistencia"
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Categoría : Publicaciones
Viernes, 23 de Noviembre de 2020

UNA CONVERSACIÓN ACERCA DE LA GANADORA DEL PREMIO NOBEL 2020: LUISA GLÜCK

Fue una noche de jugos de frutas y algunos bocaditos, con ausencia de cerveza y vino que me permitieron compartir una amena conversación con algunos viejos conocidos de la movida cultural de la región San Martín, organizado por mi amigo Ricardo Josadh, un poeta cuyo último libro ya se encuentra en el editorial listo para ser distribuido. La conversa nos llevó a comentar del por qué Luise Glück se hizo merecedora del Premio Nobel 2020, premio que ha generado polémicas desde todos los flancos, de la crítica, desde el viejo continente europeo hasta los pueblos más recónditos de Latinoamérica, donde se tienen interés por la literatura y es que para muchos la poesía de Luise Glück es cursi, término que emplearon sus detractores para ridiculizar a un trabajo, excelente, profundo, con gran sensibilidad; particularmente, comparto con la opinión de aquellos que la tipifican como reflexiva, dialogante, amorosa, que aborda temas familiares y desde mi observación puedo atreverme a plantear que, resulta interesante revisar un poco más el contenido social de sus poemas, hay sutileza en la creación para la denuncia, pues resultan un grito, una respuestas, un destape a las tantas frustraciones de las mujeres, en todas sus dimensiones, en sociedades machista, opresoras, castrantes, violentas y apabullantes y al mismo tiempo etéreas al punto de hacernos creer que todas las reglas establecidas para la mujer en el hogar son leyes naturales, a las que hay que respetar y aceptarlas. Paradójicamente resulta que, aquellos patrones, reglas o normas germinen en el seno familiar.

Primer recuerdo
Hace mucho me hirieron. Viví
Para vengarme
de mi padre, no
Por lo que fue
Sino por lo que era yo: desde el principio de los tiempos,
en la infancia, pensé
que el dolor significaba
que no era amada.
Significaba que yo amaba.
Nieve de primavera
Mira el cielo nocturno:
en mi poseo dos personas, dos clases de poder.
Estoy aquí contigo, en la ventana
observando tu reacción. Ayer
la luna se alzó sobre la tierra mojada del jardín.

Hoy la tierra brilla igual que la luna,
como materia muerta, encostrada de luz.

Ahora puedes ya cerrar los ojos.
He escuchado tus llantos, también
los llantos anteriores a los tuyos,
y he sido sensible a sus demandas.
Te mostré lo que querías:
no la convicción sino el sometimiento
a la autoridad, que descansa en la violencia.

De la escritora Luisa Clück, se sabe que es la decimosexta mujer que se llevó el Nobel; pero ella, en años anteriores fue ganadora también del premio Pulitzer, así como el de poesía The New Yorker, el premio William Carlos Williams entre otros, premios; creo yo, que transmiten el valor de su obra. Estas y otras apreciaciones nos mantuvieron abstraídos en la poesía de la neoyorquina, durante casi tres horas; indistintas opiniones nos mostraron que cada persona tiene sus propias formar de interpretar el mundo, el producto del artista, la vida misma.

La noche estuvo buena ya se habían leído como 10 poemas escritas por ella; de repente uno de los empleados del restaurante donde nos habíamos citado, cerró la puerta y aun no leíamos nuestras propias producciones, de esto se dio cuenta Josadh y Farfán que, tenía sus bocanadas de inspiraciones grabadas en su celular inició la lectura y todo fluyó; los siete, nos dimos cuenta que nuestras composiciones necesariamente no tenían el mismo estilo, temática o lenguaje: unas más familiares, otras sociales, otras amorosas pero debíamos apresurarnos, porque pronto los relojes marcarían las 23:00 horas que nos señalaron el momento del fin de la noche.

(Dahpne Viena Oliveira)